Baloncesto femenino

El Sporting La Rioja vence al Errotabarri en un partido con dos mitades muy distintas.

(Crónica de Luis Esteban)

Ayer asistimos en Lobete a la primera de las tres finales en el camino del Sporting por conseguir plaza para una nueva fase de ascenso. El encuentro se saldó con victoria, y con una gran diferencia en el marcador (32-21), en un partido aparentemente fácil si nos remetimos a él, que si embargo distó mucho de ello. Y es que a las jugadoras de Juanjo García les costó mucho entrar en la pista, tras siete minutos jugados las riojanas veían imposible inaugurar la contienda.

Poco a poco y a pesar de no ser suficiente para ponerse por delante, el Sporting conseguía, con más acciones asiladas que con un juego excelso, meterse en el partido (4-7, min. 15). Dos minutos después un gol de Carla- volvía en el 7 inicial tras su lesión-, y lo hacía además en el puesto de central sin tener que jugar a mano cambiada como lo solía hacer antes de la llegada de Fanny, y otro de esta última, empataba la contienda a nueve a tan solo doce minutos por terminar el primer acto. Pero las vascas seguían firmes y no volvieron a permitir que en esta primera parte el Sporting, que consciente de lo que se jugaba seguía algo tenso en la pista, volviera a empatar o incluso adelantarse en el encuentro. A partir de aquí, el intercambio de golpes al que asistimos beneficiaba al equipo rival, aún más estable en el terreno de juego. Con todo, se llegó al descanso con un marcador, que aunque muy abierto (13-14), propiciaba, o más bien, obligaba, a las riojanas a cambiar cosas si querían llevarse el partido.

Y así paso en el segundo acto: dos circunstancias marcaron plenamente el desenlace del choque. La primera, y fruto del azar, la lesión de la jugadora del Errotabarri Ane Herrero (hasta la fecha llevaba 83 goles) a la que habíamos visto muy acertada llevando el peso del equipo. Y la otra, esta fruto de la intensidad, de la mejoría en defensa. Sin duda, ayer el partido se ganó desde atrás haciendo honor al tópico tan apropiado en nuestro deporte: «el mejor ataque es una buena defensa». Es verdad que en la faceta ofensiva el equipo estuvo también más acertado, circunstancia que sin embargo, llegó producto y de la mano a esa mejora en la parte de atrás. Una defensa algo más adelantada, intensa, con continuas ayudas y contactos, se tradujo en robos, anticipaciones y goles a la contra. Por consiguiente, las riojanas tras 15 minutos de la reanudación transcurridos endosaron un parcial favorable de 10-2 cogiendo una ventaja holgada en el electrónico (23-16). Desde entonces la inercia del partido favoreció en todo momento a las locales, siempre por delante en el marcador hasta el pitido final, más aún con una Elena en portería que se crecía con el paso de los minutos. A pesar de ello, no todo fueron buenas noticias, un mal apoyo tras lanzamiento de la zurda Fanny dejó en vilo al pabellón. Todo apunta a la rodilla, fatídica lesión en el mundo del balonmano, que a falta de pruebas concluyentes toda la familia sportiana espera y desea que sea lo más leve posible.

SPORTING LA RIOJA: Elena, Rebeca (porteras); Dani (4), Carla (5), Masha (5), Ederra (2), Fanny (6), Lucía Ladrera (2), Valentina (1), Iris (6), Maite (1), Sara Sicilia, Amaia Ruiz, Maider, Sara Pérez.

ERROTABARRI: Sara Garrido, Alaitz Fernández (porteras); Ariane (1), Irune (3), Maialen (1), Ane (2), Itziar (1), Cristina (6), Jone (6), Mirune (1), Yaiza, Sara, Nekane.

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