El CD Calahorra cae en un partido en La Planilla para olvidar.

Cuatro goles en un muy mal partido para olvidar; que, salvo por el resultado, posiblemente los asturianos tampoco quieran recordar.
Tuvo la primera, nada más comenzar el encuentro, Edu Ubis. Puede que, de haber marcado ese gol, todo hubiera cambiado… o igual tampoco. Parecía que ambos conjuntos habían llegado a La Planilla sin ganas de querer jugar a fútbol.
La empanada del delegado de campo rojillo enviando un balón al campo para arañar segundos al cronómetro, mientras el balón principal estaba en el campo; parecía ser el presagio de lo que iba a venir después.
Aunque los primeros minutos del encuentro fueron para los locales, esto no sirvió para que lograran marcar. Los que sí marcaron fueron los asturianos en su primer tiro a puerta en el minuto 40. Ni siquiera habían pisado con peligro el área. Su única llegada había sido sobre el minuto 14 con un disparo que se marchó muy alejado.
De nuevo, el CD Calahorra había recibido un gol en los minutos finales de la primera parte y tocaba remar contra corriente en la segunda.
El CD Calahorra debía salir en la segunda parte a comerse el partido, por lo contrario estuvo a punto de comerse dos goles que Zabal salvo en mano a mano frente a los delanteros del filial del Sporting.
Cuando parecía intentarlo el CD Calahorra y casi se alcanzaban los quince últimos minutos del partido, Chiki cruzaba el balón de disparo raso desde el pico del área, poniendo el 0-2 en el marcador.
Seguía el CD Calahorra sin saber muy bien qué hacer con el balón. Lo tenía; pero no sabía para qué servía. Samuel Obeng y Sergio Martínez se encontraron un balón en el área, se revolvían con él; pero no terminaban de ponerle fin a la jugada. Parecía increíble. Por suerte, Samu Obeng reaccionó y lo colocó dentro de la red. 1-2 y se abría la esperanza.
Quedaban algo menos de diez minutos; pero era tiempo suficiente para salvar un punto o, ¡por qué no! Los tres.
Lo intentó el CD Calahorra, sobretodo a balón parado que Obeng intentaba cabecear y poner dirección entre los tres palos. Añadió cuatro el árbitro. Había tiempo, igual ya no para salvar los tres puntos; pero, al menos uno… y marcó el Sporting de Gijón «B». 1-3. Mazazo y final.
La UD Logroñés seguía ganando al CD Vitoria en Llodio. Cabezas bajas y paso resignado. «Nos vemos en siete días» era la frase que llenaba los incómodos silencios generados por el desconcierto tras el encuentro. Paso lento camino a casa.