Ganar sufriendo (Así fue la victoria de la UD Logroñés ante el Barakaldo CF) por Ángel Sedano

Se acaba este año 2019 para la UD Logroñés de la manera y forma más bonita: líder. Este equipo mutó hace tiempo a un equipo pragmático, vertical, con pegada; ese equipo que saca adelante partidos en ‘chinofilipono’ como el de hoy en Lasesarre, con esa vitola de equipo para campeonar. 40 puntos lo avalan, un equipo que nos esta haciendo soñar cada domingo… Casi mejor que no me despierten de este sueño, de este idilio en blanco y rojo del que se pueden escribir muchas cosas. Hoy, un capítulo más; hoy, además con sufrimiento.
Lasesarre presentaba un césped blando castigado por las inclemencias del tiempo; presentaba a su equipo, el Barakaldo, ese equipo exigente que presiona, que muerde hasta el último suspiro de partido, que i quieres ganarle tienes que hacerlo sufriendo porque jamás regala nada.
Esta UD Logroñés está para ésto y más; gana a veces de forma fácil; a veces, como hoy, sufriendo. Con el carnet de equipo competitivo en la mano, es el líder del grupo y domingo tras domingo lo demuestra. Hoy tocó sufrir, también ganar.
El partido empezó dinámico, la UD Logroñés dominaba, el Barakaldo respondía de forma directa inquietando a Miño… todo fue un espejismo cuando solo se llevaban 6 minutos de juego.
La UD Logroñés tiene esa forma de jugar, de hacer que no pase nada. Se siente cómoda si no pasa nada en las áreas, vive comoda en la incomodidad del balón de aquí para allá. Los partidos duran 90 minutos y pico y llegará su momento, olerá sangre e irá a por ella. Habrá tiempo para que algo pase en las áreas.
Así pasaba el tiempo, un primer tiempo anodino de poco fútbol, se trataba de nadar y guardar la ropa. No pasaba nada, intensidad, derroche físico, el reloj avanzaba… en el minuto 41, el Barakaldo gozó de una gran oportunidad que Adrián remató fuera, un remate a placer en el área pequeña. Ahí empezaron las hostilidades, iban a pasar cositas.
La replica la puso Ander Vitoria pero, sobre todo, Andy en el minuto 43. Su disparo desde fuera del área nos enseñó a Cacharrón, meta local que hasta ese momento había sido inedito en el partido. La UD Logroñés avisaba, no necesitaba un juego fluido para tener ocasiones de gol y así llegó al descanso. 0-0.
Minuto 46, córner al corazón del área pequeña que Zabaco remataba. Gol visitante, gol del líder, 0-1. Adí empezó el segundo tiempo. Pasaban cosas, iban a pasar cosas; la UD Logroñés propuso que pasaran cosas, el Barakaldo que pasara el chaparrón y salir vivos.
Ander Vitoria y Rony ponían el peligro, tenían ocasiones para cerrar el partido. Estaban pasando cositas, tantas cositas pasaban que Agirrezabala vio la roja directa en el minuto 70 tras una brusca entrada a Rony. Con diez el Barakaldo, veinte minutos para acabar el partido; tarea difícil para los gualdinegros, pero esto es fútbol y aquí el dos más dos no son cuatro…
Minuto 78, Ander Vitoria recoge un centro lateral de Iñaki e hizo lo más difícil: tiró fuera un balón a placer.
Minuto 80, esta vez el que se lesiona es el árbitro. El asistente pasa a ser el árbitro de la contienda ya que en este fútbol de barro no hay cuarto árbitro, en este fútbol de barro te toca echar la hiel a la pata coja en las jugadas de ataque del equipo visitante. Por suerte para él, el ataque iba a ser local, en las filas del Barakaldo tocaban a zafarrancho; faltas directas, corners, balones al área… había que dar todo para buscar el empate… ahora era el lider, la UD Logroñés, a la que le tocaba sufrir el acoso y derribo.
Se sufrían las embestidas de un rival que se dejo todo para intentar sumar un punto. Una victoria así, en un campo como Lasesarre y ante un rival tan digno, con tanta vergüenza torera, tiene mucho mérito. Una victoria conseguida desde el sufrimiento, el empaque; con ese pelín de suerte que tienen los equipos campeones.
Termina este 2019. Sueñen con este equipo, sean felices estas Navidades, saquen pecho porque somos unos «locos de la cabeza» con un sueño y cuando pasen las fechas navideñas no olviden algo, si quieren encontrarme ya saben donde estoy, en el Fondo Sur de Las Gaunas, entregado a este equipo que hoy supo ganar sufriendo.