Asociación María Salus Infirmorum: Llevando un futuro más digno a Kiongwani (Kenya)

«Van pasando los años y el grupo de voluntarios, dispuestos a colaborar con nuestra Asociación MSI crece cada año» Esto es lo que nos cuentan desde la Asociación María Salus Infirmorum).
Por Kiongwani, poblado en el que la Asociación trabaja, han pasado más de 150 voluntarios de casi todas las provincias de España y de las profesiones más variadas: Arquitectos para enseñarles a construir, médicos y enfermeras para introducir novedades en el centro de Salud, maestras que colaboran en la escuela infantil gestionada por MSI enseñando a las maestras locales nuevas técnicas de educación, informáticos que instalan las pocas técnicas existentes en el poblado para facilitar la comunicación entre el socio local y nuestra Asociación con Sede en Artica (Navarra), entendidos de mecánica, de agricultura, de fotografía, electricidad… En Kiongwani, todos los voluntarios encuentran qué hacer.
Para María Salus Infirmorum «nuestro objetivo es mejorar tres aspectos básicos y fundamentales para el desarrollo y para que alcancen un futuro más digno»
a) Educación, En 2015 construyeron una escuela infantil que acoge a unos 200 niños, que educa, alimenta y viste, con la ayuda de donativos que llegan desde España. Desde MSI nos recuerdan que «vistas las condiciones tan precarias de la escuela primaria existente en el poblado, la gran novedad de este año es que ya estamos construyendo un complejo para iniciar, en enero de 2020 el primer curso de la escuela primaria.»
b) Sanidad, con el Centro de Salud, que fue subvencionado por el Gobierno de Navarra el año 2010; en él se ofrece una buena asistencia a todas las personas que lo necesitan: medicina general, cirugía menor, fisioterapia, atención materno infantil, diagnostico con pruebas de laboratorio, radiografía, ecografías, oftalmología y cirugía ocular, servicio de ambulancia y de urgencias 24h. Todo el personal sanitario es local, los voluntarios colaboran con ellos, e intercambian conocimientos médicos.
c) Empoderamiento, para ello, dotamos al poblado de estructuras para que trabajen, desarrollen sus cualidades y progresen con su propio esfuerzo: granja, molino, campo para cultivo, tractor, corte y confección, taller de forja, casa de cultura…
MSI trabaja desde España, donde cuentan con un nutrido grupo de voluntarios. En La Rioja su delegación está en Calahorra desde dónde nacen varias actividades solidarias organizadas por los voluntarios.
En Kiongwani, MSI está reconocida jurídicamente según las leyes del país, compuesto por el Presidente delegado y el equipo directivo. Todas las actividades están dirigidas por ellos, con la supervisión de la Asociación MSI.
A través de Actualidad Rioja Baja deseamos agradecer al numeroso grupo de voluntarios, que como ya es habitual desde 2010, año en que nuestra Asociación inició esta bonita aventura, han pasado sus “vacaciones” en Kiongwani. Son un regalo para los habitantes de este desconocido poblado; sus habitantes se sienten queridos y esperanzados, palpan que el mundo, sus hermanos, no les olvidan.Gracias por vuestro trabajo de sensibilización; con vuestro testimonio, no solo dais a conocer una de las tantas realidades de la injusticia global, sino que implicáis a otras personas en la colaboración de tan importante reto: llevar esperanza y ser mensajeros de que es posible, también para ellos, UN FUTURO MÁS DIGNO” SIN ABANDONAR SU TIERRA. Jóvenes y no tan jóvenes, os animamos a “volar” para llevar esperanza a quien tanto la necesita.
Gracias a todos los voluntarios que habeis dejado vuestras huellas en Kiongwani, gracias por dejar caer vuestra “gotita” solidaria que refresca, hace crecer y multiplica nuestro trabajo, gracias, por ayudarnos a conservar la ilusión que mueve nuestra vida: pasar por este mundo haciendo el bien.
Asociación María Salus Infirmorum
Cecilia Soldevilla Arnedo
ALGUNOS TESTIMONIOS
BEGOÑA GASTÓN, GINECOLOGA, NOS CUENTA:
Pensar en Kiongwani es pensar en mi primera vez en el África subsahariana, siendo recibida al grito de «¡mzungus!».
Pensar en Kiongwani es recordar los puestos de la “Quinta Avenida” con las chicas preparando la col, los paseos hasta la charca, la final del mundial de fútbol 2010 en la única televisión del poblado, los atardeceres en la roca del Rey León, las vacas jorobadas y los primeros burros cargando agua, la celebración de mis 20, 21 y 22 cumpleaños; el primer niño que nació en el Dispensario, el agradable olor a chapati los domingos por la mañana…
Pensar en Kiongwani es añorar a su gente. Rafa Kongu, Assumpta, Lucia, Mónica y Pantaleo, Raymond… que siempre hicieron que me sintiera como en casa. Cientos de niños a los que las circunstancias les hacen madurar a pasos agigantados, mujeres con una fortaleza física y psíquica indescriptible, hombres ausentes por la búsqueda de un trabajo con el que alimentar a su familia.
Pero sobre todo, pensar en Kiongwani es admirar el cariño que te transmite todo aquel con el que te cruzas, a través de miradas brillantes, abrazos de esos que dejan sin respiración y una sempiterna sonrisa.
Pensar en Kiongwani es agradecer a las bellísimas personas que forman parte de María Salus Infirmorum (www.salusinfirmorum.org) el haberme dado la oportunidad de conocerlas; a ellas, al resto de voluntarios y a Kiongwani.
¡¡Gracias por darle a Kiongwani un futuro más digno!!
Y es que cuando dicen que África atrapa… Por algo será! 🙂
¡Nigwendete muno Kiongwani!
MARTA PIÑOL MERINO, ENFERMERA, PODÓLOGA
¿Por qué hacer un voluntariado?
A menudo la vida no es como esperamos, cuando crees que tu momento es perfecto y tienes tu zona de confort controlada aparece un “tsunami” y todo se desajusta haciendo saltar por los aires ese confort y acomodamiento en que vivías.
Y ahora ¿qué? Pues hay que remangarse los pantalones y achicar agua, restablecer todo lo que esté en tu mano… pero algo ha cambiado en ti… ya no eres el centro de todo el universo… y te cuestionas como viven en otros lugares sin la millonésima parte de lo que tú tienes.
Así empezó mi aventura del voluntariado, elegí Kiongwani (Kenia) por cercanía de la ONG María Salus Infirmorum. Un grupo de personas maravillosas que se desvive y lucha por un futuro más digno en el otro lado del mundo.
Los 2 veranos anteriores he tenido la suerte de poder vivir en primera persona y colaborar en todos sus proyectos allí: llevar agua y luz a algunas zonas del poblado, crear un dispensario médico y una escuela infantil, un taller de corte y confección, otro de forja, un huerto… y para mí, uno de los mejores, el apadrinamiento: con una pequeña aportación anual consigues que cada niño reciba 2 comidas al día, dos uniformes, material escolar para poder aprender y ayudar a mejorar su país. Siempre queda la duda de si nuestra donación llega a su destino, pero os puedo asegurar que si das 2, ellas hacen que lleguen 3. Podéis echar un vistazo a los proyectos en salusinfirmorum.org
África tiene algo que engancha, cuando pisas el país sus gentes te enamoran y ya no puedes dejar de pensar en ellos y en lo que te enseñan: HAKUNA MATATA… Vive y se feliz.