A cero, esta vez en Gernika. (Crónica del empate entre la UD Logroñés y la SD Gernika)

(Crónica de Ángel Sedano)
Un domingo más, esta vez en Gernika. Otro empate, otra vez a cero. Los de siempre veran el vaso medio lleno, otros medio vacio, otros verán falta de gol y ambición en estos campos y contra este tipo de rivales, otros se conforman con sumar un punto(el equipo también dejó esa sensación en los últimos minutos del partido).
Jesus, Esther y Sara vieron otro empate a cero; van 6 esta temporada. Urbieta era el campo ese donde, en el fondo sur, los niños y niñas de Gernika juegan al fútbol sin importarles que hacen los mayores a su izquierda, en el campo de hierba artificial donde hay una grada desnuda, sin techo, sin butacas; una grada donde un aficionado ve la primera parte alejado de todos, aislado, solo; ese aficionado tan «cuco» que, cuando se nubla el cielo, desaparece para ir a la otra grada, más calida, mas poblada donde se puede hablar con otros aficionados del mal partido visto esta tarde.
La UD Logroñés a lo suyo; no encajar, no conceder, da igual jugar bien, mal o regular; el caso es sumar y conseguir puntuar. El Gernika empezó buscando la portería rival, córners, fútbol directo pero carentes de remate. No tiró ni una vez entre los 3 palos. Miguel fue un espectador más, me pregunto, os pregunto, ¿de que color iba vestido?.
La UD Logroñés intentó poner orden, pero nada; el partido era como una jugada de pin ball, de esas máquinitas de mecanismo básico: aprietas el botón y bola para arriba. No había mando, se trataba de no sufrir, de no pasar apuros, se trataba de sumar.
Hasta el minuto 23 tuvimos que esperar para ver disparar a Rayco; desde fuera del área intentó sorprender a Carrio. En el 26 fue Marcos Andre, de cabeza, el que lo intento. En el 30 Olaetxea no llegó a rematar un balon centrado desde la banda derecha. En el 36, Marcos Andre pero su disparo salió alto. Ocasiones aisladas, aburrida primera mitad, resultado 0-0.
En el segundo tiempo, más de lo mismo. Menos espacios, líneas más juntas. Faltaba ritmo. ¿Disparos entre los tres palos? ninguno.
Sergio Rodríguez cambió pronto. En em minuto 62 entraba Víctor; se buscaba otra cosa, pero no se encontró nada.
En el minuto 67, Marcos Andre hace una gran jugada en el área; pero se encuentró con la parada de Carrio. Ahí pudó estar el gol visitante, ese fue el único disparo a puerta mientras el rechace lo mandó a las nubes Iglesias.
Salió Pedrito pero no fue el revulsivo, ni el agitador. El partido se iba, Gernika y UD Logroñés daban por bueno el punto. Los dos sumaron hoy, uno para luchar contra el descenso, el nuestro para alcanzar a un Mirandes que pincho ayer sábado.
Jesus, Esther y Sara fueron a Gernika; muchos otros eligieron sus casa, bares, merenderos. El partido fue televisado y todos vimos un empate a cero, esta vez en Gernika.