Me pongo de pie, me vuelvo a sentar (Crónica de Ángel Sedano sobre el UD Logroñés- CD Badajoz)

(Crónica de Ángel Sedano)
Este titulo de la crónica de hoy se hizo popular entre los niños y niñas de mi generación, es el estribillo de una canción cantada por Teresa Rabal, una canción que me vino para recordar lo que puede ser un partido de fútbol de play off.
Me pongo de pie: minuto 4, falta que lanza Ñoño, roza en un defensa y gol era el 1-0 en la primera aproximación al área del CD Badajoz; era la rosa en el camino de espinas, este camino llamado play off.
Me vuelvo a sentar: penalti que Enrique Royo para a Ñoño. Una tarde en la qje iban a pasar cositas, tarde para sufrir y perder años de vida.
Minuto 17, gol del Badajoz: me vuelvo a sentar. en este tipo de partidos da igual quien te meta un gol, si ese gol es en contra tuyo.
Me vuelvo a sentar: porque este Badajoz, equipo honrado, con fútbol, se estaba mereciendo más, nos ganaba la posición, el balon y el ritmo del partido. David Martín puso el 1-2 en el marcador, las más de 9.000 personas que habitabamos Las Gaunas nos callamos; ese 1-2 era un jarro de agua fría. Estaban pasando cositas y todas eran en contra nuestra. Esto es fútbol, es play off y el rival nos mandaba sentar.
Me pongo de pie: falta que saca Ñoño, Caneda aparece; aparece ese Capitán del ejercito del Norte en busca de gloria, sin trampa, con corazón y garra. Cabezazo inapelable y gol. Era el 2-2. Pasaban cositas, quizás mas de las que quisieramos. El partido era una ruleta rusa, nadie imaginaba este desenlace, tantos goles, tantas cositas en 34 minutos de juego.
Me vuelvo a sentar: Gol del Badajoz, 2-3, minuto 39, otro jarro de agua fría en esta tarde bochornosa en lo climatológico en las Gaunas. Así se llegó al descanso. Quedaban 45 minutos por delante, faltaba un gol para seguir con nuestro sueño, 45 minutos donde se tenía que tener el balón y el ritmo del partido y no conceder mas a esos elefantes sureños que nos asombraron a todos en esta primera mitad.
Me pongo de pie: mi equipo me necesitaba, necesitaba el calor de una grada entregada; de esos nuevos clientes que sólo buscan el caviar, nada de Liga, clientes de play off, de partidos a vida o muerte, partidos no aptos para cardiacos.
Me pongo de pie: minuto 47, Kike Royo desbarataba con una gran parada lo que podía suponer el empate, qué porterazo este Kike Royo; sus manos estaban salvando a su equipo.
Me pongo de pie y, con tu permiso Teresa Rabal, no me vuelvo a sentar: primera jugada de Marcos Andre, Kike Royo lo arrolla y penalti. Esta vez fue Andy, con un toque sutil desde los 11 metros, quien marca el gol. 3-3. Estabamos vivos aunque quedaba un mundo por delante. Los nervios se apoderaron de nosotros. 23 minutos para el final, para que no pasara nada, para que esta montaña rusa parase, para poner punto y final a una eliminatoria de play off y no me digan que pasó. Los minutos se hicieron eternos, el balón iba y venía, el reloj corría despacio, las ocasiones no llegaban. Fin a este partido, fin a esta ruleta rusa, fin a tanto sufrimiento en esa butaca blanca o roja, la UD Logroñés estaba viva, estaba dentro. Empató un partido, ganó una eliminatoria; la primera de tres.
Me pongo de pie para aplaudir al CD Badajoz, un equipo honrado en el terreno de juego que vendió cara su eliminación. Me pongo de pie para aplaudir a su afición ejemplar, animó a los suyos, dio calor y color en la grada, fue señorial y educada fuera de esa grada compartiendo espacio con la afición rival.
Me vuelvo a sentar para respirar, para escribir esta crónica, para resarcirme de estos partidos que quitan años de vida; para esperar escribir otro capítulo, esta vez en Alicante, contra el Hercules. Eso será otra historia donde espero ponerme de pie y no sentarme, o eso quiero creer.