Segunda B, Liga Iberdrola y Segunda femenina

Ganar en Badajoz. (La crónica de Ángel Sedano de la victoria de UD Logroñés en Badajoz)

Ese era el objetivo, nuestra esperanza, nuestra ilusión, nuestro sueño. Por parte de la afición; estaba todo dicho, todo escrito en redes sociales, lucha y vence, ganar al Badajoz, yo soy UD Logroñés. Faltaba esos buses y su desplazamiento largo, esas furgonetas y coches cargados de aficionados con un mismo deseo, ganar en Badajoz.

El enemigo no era fácil, equipo aguerrido, casi indestructible en el nuevo Vivero, con una afición ejemplar y pasional que iba a dar calor y color en su casa. La UD Logroñés se presentaba alli con el desconocimiento de los equipos del Norte, casi siempre infravalorados por esos campos del Sur, son asequibles, se les puede ganar… ¡Ay, amigos mios! esto es playoff, esto es un pierde y paga; todos tienen peligro, nadie queda segundo de su grupo y es el equipo menos goleado por casualidad. Así se presentó, en ese campo sureño, con un ejército de 200 inmaculados en la grada y 11 tíos que saben jugar y competir en la Segunda B. Nuestro Comandante lo dijo en la previa «estos partidos de playoff tienen muchos matices, son diferentes, con micro partidos dentro del partido». Lo clavó y asi lo vimos.

Empezó el partido. El primer detalle, para alguien como yo tan dado a las supersticiones, es el mal fario que me daba ver a mi equipo vestido como en Torrent: camiseta azul y pantalón negro. Tocaba tocar madera, alguno dentro del vestuario no cree en las brujas… Quizás yo tampoco dado el resultado de ayer, vestidos así.

La UD Logroñés bien posicionada, sin dejar huecos, sin correr riesgos; el Badajoz agazapado en estos primeros minutos. Ninguno quería el balón, ni conceder; riesgo cero. Minutos de estudio del rival, puro partido de playoff; artidos cerrados, de balones largos y aprovechar la que se tenga.

Avisó Rubén Martínez con un disparo duro, seco. Paradon de otro logroñés otro protagonista del partido, en las filas del Badajoz ¡Qué pedazo portero este Kike Royo! Este micro partido lo ganaban los visitante, más incisivos en campo contrario, más verticales. Marcos André y Ander Vitoria peleaban por la posición, se buscaba ese hueco para la llegada de la segunda línea; Rayco a punto estuvo de sorprender, pero otra vez fue Kike Royo el encargado de parar y dar vida a su equipo; era el minuto 36. Ahí se acabó ese micro partido

Comenzó otro; esta vez con protagonismo local, con corazón, con juego directo; tocaba hacer sufrir a los visitantes, hacer emplearse a fondo a Iván Buigues que hasta ese minuto 36 había sido un espectador más. Desde el minuto 39 al 45, el intento de acoso y derribo. Aparecieron David Martin y Eder para ponernos en apuros, para intentar encogernos el corazón. Tocaba sufrir antes del pitido del arbitro, ese descanso que pedía a gritos una agobiada UD Logroñés.

El segundo tiempo empezó igual; el CD Badajoz apretaba, los visitantes sufrian sin el balón; habían perdido equilibrio. En otro micropartido, tocó sufrir a balón parado y en jugadas aisladas. Esta vez fue Cesar Morgado, en el minuto 51, con un remate que se fue al palo. Agobio local, sufrimiento visitante.

Sergio Rodríguez buscó ese equilibrio, cambiar esa dinámica, buscar otro micropartido, esta vez con claro color blanco y rojo. Olaetxea y Ñoño al campo, cara para los visitantes, cruz para los locales; entraba a escena el fondo de armario, se buscaba el jaque mate, pura partida de ajedrez.

Minuto 68, tiro cruzado de Rubén Martínez y otra vez esa mano de Kike Royo salvadora. Hasta que llegó esa jugada, ese saqué de banda al corazón del área local, ese cabezazo que entraba, ese remate del mas listo de la clase, Súper Ñoño Goooool. Estabamos avisados por la dulce y tímida Andrea, gol de la UD Logroñés
30segundos antes de verlo por televisión; pero ese GOL retumbó en el Nuevo Vivero cantado por los 200 guerreros al solitrón de esos campos sureños y por todos los que colapsamos loz bares de Logroño. Era un gol que podia hacer historia, era un gol que podia valer la primera victoria en la corta historia de la UD Logroñés en playoff.

No me digan ni que pasó, ni qué ocurrio después de ese tanto de Super Ñoño hasta que el arbitro pitó el final del partido; a un servidor, que se acerca a ustedes en estas líneas, esos minutos se le hicieron eternos. Los nervios y que uno no esta diseñado a ver estos partidos en televisión; sino que está diseñado para sufrir en esos campos sureños,dando rienda suelta a su pasión, rodeado de su gente, con su locura blanca y roja por bandera.

Se llegó hasta el minuto 95. En ese instante el arbitro pitó el final del partido; la locura colectiva se apodero de nosotros, esa locura colectiva que tenía un objetivo, daba igual el cómo, era difícil pero pasó lo que queríamos y desabamos: Ganar en Badajoz.

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